19 de abril de 2012

Antonio Bustos desvela en Málaga el secreto de Leonardo Da Vinci

El autor convierte en novela la investigación que le ha llevado a concluir que la Gioconda es Lucrecia de Borgia y la presenta en Diario SUR



Durante más de cinco siglos ha sido la pregunta del millón: ¿Quién está detrás de la Gioconda? Son muchas las hipótesis sobre el famoso retrato de Leonardo Da Vinci. Sin embargo, la de Antonio Bustos no es una teoría. El empresario y escritor cordobés afincado en Málaga afirma con rotundidad que el rostro de 'La Mona Lisa' no es otro que el de Lucrecia de Borgia. Tiene sus motivos para asegurarlo. Ante todo, los años de investigación que le llevaron hasta Italia y, concretamente a Nepi, donde no solo buceó en los archivos sino que pudo comprobar in situ que el puente que pintó Da Vinci existe de verdad. De todo ello da buena cuenta en 'La Gioconda versus Lucrecia' (Coronaborealis), novela que corre paralela a la investigación y que esta tarde se presenta en la librería Luces a las 19.00 horas.
A partir de una «familia ideal», Bustos se embarca en una historia poliédrica con la que ante todo busca reivindicar la «importancia de la educación» y reflexionar sobre «cómo la sociedad puede llegar a deformarnos». «A mí me interesan los daños colaterales, lo que me mueve es el ser humano, la gente inocente», reconoce el escritor, que en su caso, se le encendió la bombilla ante un retrato de Lucrecia de Borgia en Frankfurt. Entonces, empezó a tirar del hilo hasta que descubrió que estaba en lo cierto.
Dudas sobre las fechas
Al menos, así lo entiende a la vista de sus indagaciones. Para empezar, Bustos duda que Da Vinci iniciara 'La Gioconda' en 1503. Él cree que lo hizo en torno a 1501 y 1502. De hecho, en 1501 sitúa al artista en Roma, mientras Lucrecia de Borgia se encontraba recluida en el castillo de Nepi tras la muerte de su segundo esposo. Da Vinci «buscaba nuevo mecenas y quiénes mejor que los Borgia», advierte Antonio Bustos, convencido de que el pintor ocultó la identidad de su retratada «por miedo». El autor entiende que el cuadro podría ser interpretado como un desafío a Julio II, que «odiaba todo lo que tenía relación con los Borgia». De ahí el misterio. Bustos lo tiene claro. Tanto que descarta una de las más recientes tesis que apuntaba a que 'La Gioconda' es Lisa Gherardini. «La esposa de un comerciante no hubiera posado aquí ni así», constata después de haber visitado el escenario en que la obra fue realizada. Lo deja bien documentado en el libro, con fotografías y planos en los que incluso sitúa la perspectiva desde la que el célebre retrato fue pintado.
Tampoco pasa por alto Bustos 'La Mona Lisa' del Museo del Prado, sobre la que concluye que está inacabada. A su juicio, en el puente está la principal diferencia con la del Louvre. En la segunda se ven con detalle los cuatro arcos, en contra de una primera más difusa. El escritor considera que Da Vinci retrasó pintar el puente con detalle «hasta que sintió su vida a salvo». «Quería que en el futuro se supiera», constata Bustos, que ante las posibles críticas de oportunismo tiene su justificación: «La novela fue registrada hace dos años».

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